Leo, fue salvado de ser atropellado por un camión de basura, estaba revolviendo en un contenedor, se asusto, salio a la carretera y se quedo paralizado de miedo, tras evitar el atropello, siguio a los voluntarios que le habían salvado, pidiendo comida y caricias, estaba bastante deshidratado, sucio y algo desnutrido. Tras las pruebas, un buen baño y las primeras vacunas, ahora se recupera en su casa de acogida. Es un gato fuerte y sanote, con un pelaje precioso, le encanta jugar, se lleva bien con otros gatos y usa su arenero.
Acogido por Eduardo en Granada