Rescatado del albergue de Sangonera (Murcia).
Es un perrito que poco a poco va superando sus miedos. En principio era muy desconfiado con los desconocidos -y, sobre todo, en el momento de ponerle las gotas en los ojos, pues se defendía sacando los dientes y dando pequeños mordisquitos - pero poco a poco y tras el tiempo que lleva en el albergue va aprendiendo a tolerar a todo el mundo y mostrarse sociable y cariñoso. Le encanta estar en brazos y los mimos, y en los paseos es un perrito activo que anda suelto sin problema y obedece cuando le llamas (ver, más abajo, enlaces a fotos de paseos con voluntarias de Asoka, fuera del albergue).
En casa se porta muy bien, no se sube a los sillones si no se le da permiso, no molesta en las comidas y es muy falderillo, no te pierde de vista!