Suso llegó a la protectora después de recibir una serie de pedradas llevadas a cabo por unos niños de un barrio de Palencia. Afortunadamente, no sufrió daños ni físicos ni psicológicos y sólo desea tener un hogar.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .