Así hemos llamado a éste pequeño que no llega ni al año de edad.
Llegó a nosotros a través de un aviso de WhatsApp a una de nuestras voluntarias. Inmediatamente y sin pensarlo, se fue a por él. Se encontraba en un poblado chavolista de Sevilla, hecho una rosquilla, temblando y siendo una maraña de pelos.
No entendemos como un cachorro ha podido acabar en esas condiciones y en ese lugar.
Actualmente se encuentra en acogida, después de haber estado hospitalizado por desnutrición, deshidratación y en muy mal estado.
Dio positivo en Leishmania pero gracias al tratamiento, ahora mismo se encuentra estable la enfermedad y haciendo vida completamente normal.
Suerte ha mejorado muchísimo, está muy recuperado y parece un perro totalmente distinto al que recogimos.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .