A Olga la vió una voluntaria corriendo por la SE-30. No dudó en dar la vuelta para seguirla hasta un lugar más seguro.
Ya fuera de la SE-30, Olga se dejó coger.
Es una perrita que ha llegado muy asustada. Es sumisa con humanos e insegura con perros.
Se deja manipular, acariciar y no muestra mal gesto con humanos.
Estamos seguras de que un periodo de descanso y socialización pautada hará de Olga una gran perra.
Por supuesto, una familia con experiencia en pastores y especialmente en Malinois, sería maravillosa para Olga, ya que aún es joven y puede aprender muchas cosas.
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