Esta fue su primera foto, decían que rondaba el cementerio de una localidad y que allí se quedaba, porque nadie podía ayudarle.
No recuerdo qué pasaba ese día pero era algo urgente que robaba toda mi atención y con más pena que angustia (que ya es decir) pensé que era imposible plantearme ir a por él.
Dos o tres días después una buena amiga me escribía acompañando con otra foto suya unas cuantas letras: "se tambalea, apenas se tiene en pie, no puedo ignorarle". Y ese día yo tampoco podía hacerlo. Dos veces seguidas y de forma tan directa, tenía que significar algo.
Paquito ingresó esa misma tarde en residencia y por fortuna para todos, resultó que sólo tenía el cansancio del abandono. Negativo a enfermedades, una buena analítica general y un perrete que en unos días cambió esa expresión de derrota y tristeza por la esperanza en forma de sonrisa.
Paquito está listo para ser adoptado, aunque no le haya publicado por falta de tiempo sí que he corrido para que estuviera al día sanitariamente y ya lo está; vacunado, castrado y con la maleta llena de ilusiones esperando un destino.
Paco es muy jovencito, un añito y medio quizá de vida, de talla grande y una bondad sobresaliente que desborda por todas partes. Super sociable con todo el mundo, respetuoso y nada invasivo con otros perretes. Es un chico diez.
Sus opciones son muy limitadas por su tamaño y esa falsa idea de que perro grande = vivienda grande, pero para eso estamos vosotrxs y yo, para difundirlo tanto que compense la desventaja y llegue hasta alguien que le quiera mucho y pa siempre.
Por cierto, que como es un chaval muy tranquilo, es perfectamente compatible con la vida en un piso.
Está en Sevilla, puede viajar.
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