María llega al albergue cedida por su propietario, debido a su carácter miedoso y la imposibilidad de acariciarla.
Ahora está en la protectora y estamos trabajando esa socialización, conociéndola, intentando entender su miedo para que pueda aprender a confiar.
Parece que poco a poco acepta mejor la cercanía de los humanos y, aunque nos queda un largo recorrido por delante, la constancia todo lo puede.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .