Layla es una pequeña podenca, preciosa y muy sensible, con un nivel alto de energía.
La manipulación la lleva regular. Para ponerle el arnés tenemos que hacerlo lentamente y dandole confianza porque se tira al suelo tumbada bocarriba en actitud sumisa (esto es también signo de inseguridad y desprotección).
Le gusta el contacto y las caricias pero necesita conocerte para buscar ese afecto, aunque poco a poco va cogiendo confianza y soltandose un poco en ese aspecto.
Por el parque se muestra inquieta y respondiendo a estímulos rodeandote, saltando etc. y es que el tema paseos aún no lo tiene bien controlado.
La verdad es que lleva poco tiempo con nosotros y aún tenemos cosas que trabajar con ella, además de enseñarla que la vida está llena de cosas buenas y cómo disfrutarlas.
Iremos actualizando su descripción a medida que vaya evolucionando.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .