Diko ha vivido siempre en una casa, por lo que está educado y se comporta muy bien. Pero llegó un bebé a su antigua casa, cambió la situación laboral y ya no podían atenderle como merece.
Las primeras semanas estuvo en una casa de acogida pero ahora se encuentra en el refugio. Aunque convive con perros de tamaño pequeño y sociables, allí está muy asustado. Es un perro que necesita un compañero humano para ser feliz.
¿Eres tú ese compañero?
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