Es tan bonita como dulce. Al principio se muestra un poco tímida, pero pronto coge confianza y le encanta que le hagan mimos y caricias. Es muy sociable y parece muy tranquila.
A Yana la recogimos abandonada en un polígono industrial, alguien la había dejado sola, a su suerte.
Ahora Yana está a salvo, pero necesita una familia que le de todos los cuidados y el cariño que se merece.
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