Hace un tiempo era un cachorrito feliz, tenía familia pero, no me imaginaba que mi destino fuera acabar en una jaula.
No entiendo nada, soy muy sociable, más bueno que el pan con las personas y con otros perros (con gatos no me llevo tan bien).
Pasan los días y, aunque me niego a pensar que mi vida está destinada a vivir aquí, se me hacen cuesta arriba.
Ya no sé cómo hacerlo para que alguien se fije en mí, ¿cuál es el problema?, si alguien me da la oportunidad de conocerme prometo no decepcionarle jamás.
¿Hay alguna familia que me quiera?
Hacedme un huequecito en vuestros corazones.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .