Cuando llegué a la protectora era un cachorrito de un mes. Ahora hace algo más de 4 años que estoy aquí y todavía nadie se ha fijado en mí.
Mis cuidadoras dicen que, si los adoptantes tocasen mi pelo, que es suave como el terciopelo, querrían adoptarme enseguida.
Antes tenía un poco de miedo a las personas pero ahora me han enseñado a pasear con correa por los alrededores de la protectora y ya no extraño a los humanos porque todos los que conozco me quieren y me tratan bien. Yo voy pidiendo caricias continuamente y no me separo de las personas que pasean conmigo porque no quiero perderme.
Soy muy sociable con todos y me llevo muy bien con los gatos.
¡Por favor, dame una oportunidad de tener un hogar contigo!
Si vives cerca, ven a conocerme y podrás comprobar cómo soy. Y, si vives en otro país, no me importaría viajar hasta allí.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .