Balú, Bart y Bambú fueron encontrados en una caja junto a un contenedor como si fueran restos de basura, como si su vida no valiese nada. Eran unos bebés muy pequeñitos, necesitaban calor y tomar biberón en cuanto pudieran, por lo que la persona que los encontró decidió traerlos al albergue para que los pudiésemos ayudar.
Temíamos por la vida de los tres y no teníamos nodriza disponible, pero gracias a unas voluntarias que se lo fueron turnando y a la acogida que se ofreció tras un llamamiento en redes sociales han salido adelante.
Balú, Bart y Bambú están creciendo sanos, fuertes, felices y queridos en el calor de un hogar junto a una familia humana y gatuna. Los tres se están convirtiendo en unos peques adorables, cariñosos, juguetones y divertidos, y pronto necesitarán encontrar una familia definitiva, ¿te animas?
