Se llama Kike y durante una semana fue el gato fantasma que estaba en todas partes pero nadie encontraba.
Decían que una persona sin hogar se lo había llevado y luego que seguía en el mismo barrio con una herida que parecía mordisco de un perro, la frustración iba de la mano con la preocupación y los días pasaban hasta que por fin una vecina lo agarró y llamó.
También dijeron entonces que era un gato "bueno" refiriéndose a que era de raza (angora, para más señas) y bueno sí que es, pero de raza no sé. Tampoco importa. Si es visualmente hipnótico, más bonito todavía tiene el corazón.
A Kike sólo le hace falta cruzar mirada contigo una décima de segundo para poner a funcionar el motorcito del ronroneo, es súper sociable con perros y gatos y la mar de inteligente. Tiene unos ocho meses, vamos que es un niñatillo todavía, está sanito y aparte de inquieto y curioso, es muy divertido.
La verdad es que es un trocito de nube y de algodón, ojalá algo de todo eso le sirva para encontrar una familia definitiva.
Está en Sevilla y puede viajar a otras provincias. Le ayudáis un montón si compartís su publicación ❤️
📫 ellegadodearoa@gmail.com
Nota: no se regala, busca adopción responsable con protecciones en las ventanas y balcones.
