Como en tantos otros casos, Toro llegó a la Protectora hace unas semanas recogido de la calle; pero en este caso, no era la primera vez que acababa entre rejas; en 2018 fue recogido y recuperado por su "familia" pero esta vez, se ha contactado con los teléfonos que aparecen en el chip y quien responde dice no saber nada del perro. No sabemos de su vida anterior más de lo anteriormente explicado, pero sí sabemos que vamos a intentar buscarle el mejor de los hogares.
Debido a su tamaño, Toro es un perro que, de primeras, impone. Sin embargo, cuando lo conoces, te das cuenta que tras esos ojitos avellana, se esconde un peludín delicado, dulce, tranquilo y muy noble.
Pasea muy bien con la correa, a tu ritmo; coge los premios con mucha delicadeza y le gusta que lo mimes. No presta atención a otros perros cuando se cruzan con él; es pura calma.
Actualmente convive con una hembra y creemos que podría ser compatible con machos sociables.
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También le encantan los niños es un amor con ellos es paciente y delicado, va a su paso sin tirar
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Sabemos que por su tamaño y color lo va a tener más difícil que otros perros, aunque quien se anime a darle una oportunidad, se dará cuenta que todo lo que tiene de grande, lo tiene de bueno.
Ven a conocerlo a la Protectora de Torredembarra; él también merece una familia.
