Marco y Polo estaban desvalidos los dos solitos sin su madre en una colonia. Desesperados y muertos de hambre, en cuanto llegaron al refugio empezaron a comer y ahora están preciosos, ronronean tan solo acercarte. Sus manchas circulares los hacen diferentes.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .