Abandonada en la calle cómo un trapo viejo y más de un año en la perrera pidiendo ayuda sin que absolutamente nadie se interese por ella.
En julio de 2022 la tuvimos que sacar de urgencia porque tuvo una complicación con la castración y necesitaba medicación y cuidados.
Ahora está en residencia pero sigue siendo totalmente INVISIBLE.
Ni interesados en adoptarla ni madrinas.
Es una perra preciosa y muy obediente. Cariñosa , noble y dulce.
Le encanta ponerse panza arriba para que le hagas mimos.
Con otros perretes en la perrera se mostraba muy reactiva pero están trabajando con ella y va mucho mejor. Con las pautas adecuadas puede relacionarse con otros perros en la calle pero lo mejor sería que fuera perrita única en casa.
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