Faraón ha tenido una vida dura, ha pasado varios años en una perrera y es desconfiado.
Con él tenemos un gran reto, convertir esa fragilidad en seguridad.
La doma será lenta, son nuestros primeros caballos y estamos aprendiendo, es un gran reto pero queremos aprender porque se lo merecen. Por eso no los daremos en adopción hasta estar bien seguros de que todo irá bien.
Para poder hacer frente a sus gastos necesitamos padrinos. ¿Nos echas una mano? ¡Un caballo come mucho!
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .