Aunque es un perro joven la vida no le ha tratado bien, y su estancia en el chenil tampoco la gestiona adecuadamente, por ello además del estres añadido por vivir donde vive es un perro con miedo a los ruidos fuertes, a los movimientos bruscos y sobre todo a las personas por su mala experiencia.
Con ayuda de tod@s los profesionales y voluntari@s va avanzando poquito a poquito, necesitando la confianza y seguridad que en su día la perdío con su vivencia, por ello seguimos una terapia en la que acercándonos diariamente a saludarle y respetando su espacio, le permite ir descubriendo que hay personas estupendas y que están dispuestas a ayudarle. Kellan en cuanto coge confianza, le encanta que le des mimitos, que le lleves a pasear y que le acompañes en el chenil. Sus paseos suelen ser en horas que hay poca gente y se le pasea hasta el momento por su zona de confort, le gusta montar en coche.
Le encanta relacionarse con otros perros, jugar y se comunica súper bien con ellos.
Kellan necesita una familia que le de su confianza, le RESPETE y le ofrezca tiempo en su aprendizaje. También sería importante que la familia viviera en entorno de campo donde los ruidos y el bullicio de gente no estuviera presente en su vida diaria.
