Coco y sus hermanos (Copito, Tizón y Lemony) forman parte de una camada que fue arrojada a un contenedor de basura cuando solo tenían unas horas de vida. Aún tenían la sangre del parto fresca, el cordón umbilical, el llanto desgarrador de quien busca la leche materna por primera vez y no consigue encontrarla. Es escalofriante pensar que ahí fuera hay personas con la falta de empatía propia de un psicópata.
Alguien los arrojó allí después de quitárselos a su mamá, antes de que pudiera ni siquiera limpiarlos y amamantarlos por primera vez. Por si fuera poco, no fueron encontrados en el contenedor, sino ya dentro del camión de basura por los propios trabajadores, que pararon al escuchar los llantos de los cachorros.
Después de unos días con el biberón, dos de ellos fallecieron, ya estaban demasiado débiles y no pudieron soportarlo. El resto de ellos salieron adelante con mucho esfuerzo por parte de su casa de acogida. A día de hoy, ya están sanos, fuertes y con muchas ganas de ser felices junto a buenas familias. :)
Si estás interesado en adoptar a Coco, escribe a adoptamics@adoptamics.org (no olvides indicar tu número de teléfono) o bien rellena el cuestionario que aparece debajo de esta ficha.
