Piero fue encontrado en la calle, la persona que lo encontró nos cuenta que unos niños estaban tirandole piedras y el perrito tenía mucho miedo. El hombre no dudo en cogerlo y acabar con esa situación.
Los primeros días de Piero en el albergue fueron malos, no entendía que hacía en una jaula y tenía panico a todo. Se metía en su casita y no salía para nada.
Poco a poco hemos conseguido que confie en nosotros y que entienda que no todos los humanos somos igual. Ahora ya sale y se pone contento cuando nos ve, además podemos cogerlo en brazos sin problema.
Con otros perros se lleva bien, comparte jaula con otros perritos y los primeros días gruñía porque no quería compartir la comida, pero ya está acostumbrandose a su nueva situación.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .