01/12/2019. Un precioso día otoñal, con frío y sol, en las tierras de Sierra de Castril hacia Huéscar. Todo perfecto, si no fuera por la abominable cantidad de coches tipo jeep y de campo, con sus pertenecientes remolques de acero barato en el que se transportaban podencos y podencos y más podencos para aprovechar la mañana de caza. Rodeado de esto completaba el panorama la gran cantidad de perritos deambulando por las calles, entre ellos, aquí estaba Buji. Ella contenta de haber visto a gente que estábamos almorzando pues buscaba su ración de algo que le echaríamos, acostumbrada de comer lo que encontraba. Preguntando entre los habitantes de la zona, nos confirmaban que llevaba días durmiendo en la acera, alimentándose de los restos de un contenedor de basura al lado. Y esto con tan solo 2 meses, pues hay que decir que tenía su preciosa alegría inocente de un cachorro que no es consciente lo que la esperaría más adelante en la vida así, en un descampado, pegado a la carretera principal. Buji ya no tiene que estar temiendo por nada, o al menos haremos lo que está en nuestras manos para que sea así. Esta pequeña ya ha pasado por el veterinario y ha disimulado de ser muy buena- aunque confirmamos que es una pequeña Brujilla, llena de vida y felicidad.
