Valeria estaba en mitad de la calzada.
Estaba lloviendo mucho y la pobre gatita intentaba refugiarse en las puertas. Pero seguía mojándose y corría nerviosa, corría de un lado a otro.
Paré el coche y tuvimos la gran suerte de que la gatita pudo meterse en un contador de agua, quedando atrapada, y de esa manera pude cogerla para llevarla a casa.
Es una gatita negra con preciosos ojos verdes.
Es muy cariñosa y juguetona.
Necesita un hogar donde crecer feliz, dando y recibiendo mucho amor y mimos.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .