Cuando Into llegó a nosotros llegó aterrorizado y con temblores, no se sabe lo que le pudo pasar en la calle.
Into es una preciosidad de gato, entro al refugio hace muchos años, no confiaba nada en nosotros, se ha pasado mucho tiempo encima de los muebles en los sitios más altos, quizás para tenerlo todo controlado desde ahí, a día de hoy no se deja tocar aunque ya confía en nosotros, estando tumbado tranquilamente mientras pasamos por su lado.
Quizas si alguien le diese una oportunidad en un hogar, cambiaría la forma de vernos.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .