18.08.19 Fotos nuevas de la preciosa Cuarela.
Cuarela fue arrojada al lado de unos contenedores, como si fuera basura, con una cama y un saco de arena sin abrir.
A partir de ese momento, me propuse sacarla de allí, aunque no fue tarea fácil.
Era una gatita pequeña y muy vulnerable que tuvo que pasar todo el invierno en la calle por el miedo que le producía el humano y el rechazo de algunas gatas de la colonia.
Cada día que pasaba y la encontraba bajo los contenedores, sin dejar que me acercara a ella, mi corazón se rompía un poco más.
Hoy, la tengo finalmente en casa, donde se va recuperando del horror de la calle.
Es una gatita encantadora, mimosa, y es tan buena que apenas se hace notar.
Le encanta estar en la cama en compañía del humano, y espera que alguien se enamore de ella para darle el hogar que merece después de tanto infortunio.