A Joyce la encontró una persona anónima que nos pidió ayuda. La pobre Joyce estaba en un arcén y apenas se movía. Suerte que esta persona se quedó con ella, porque de lo contrario, hubiera sido muy difícil localizarla
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .