Está muy asustado porque se ve extraño entre tanta gente, gatos, ruidos extraños... Pero se nota que le gusta el contacto.
Si le hablas dulce, sale de su escondite para que le acaricies. Y seguro que en una casita, con un poquito de paciencia y mucho cariño, acabaría sintiéndose el rey.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .