Cris llegó a nosotros con menos de un año. Por su estado supimos que había tenido bebés hace poco, pero por desgracia no encontramos a ninguno.
Ella es una gata maravillosa. No solo por su diminuto tamaño y su pelo esponjoso, sino por su increíble caracter. Es tranquila y juguetona. Extremadamente cariñosa y apta para cualquiera. Se lleva bien con todo el mundo, gatos, niños...
Tiene mucha vida por delante y, como todos, merece vivirla en un hogar.
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