Runa apareció vagando sola por una zona de casas de campo, se acercó a una puerta y empezó a llorar; tenía unos dos meses. Las personas de allí no la pudieron dejar a su suerte; pero ahora, hay problemas de enfermedad familiares y no pueden atenderla.
Se lleva bien con otros perros. Es juguetona y le gusta correr.
Buscamos una buena familia que le quiera dar una oportunidad.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .