No entendemos cómo con sólo mes y medio, este pequeño llegó hasta la carretera de donde fue rescatado. Corría gran peligro, pues los coches pasaban a toda velocidad y él se encontraba en el centro, sorteando sin saberlo una muerte segura. Pero como si de un milagro se tratase, Loles pasó por allí y lo vio, por lo que pudo ser rescatado y llevado al veterinario más cercano.
Lázaro (así lo hemos llamado) tenía los ojitos un poco afectados, pero poco a poco se está curando y cada día los tiene mejor y más bonitos. Su forma de ser es increíble, es cariñoso y juguetón a más no poder, y tan listo que ya ha aprendido a utilizar él solito la caja de arena. ¡Un hogar para esta mini-panterita!
Si estás interesado en adoptar a Lázaro, escribe a adoptamics@adoptamics.org (no olvides indicar tu número de teléfono) o bien rellena el cuestionario que aparece debajo de esta ficha.
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