Willy es hijo de una gatita que quedó embarazada en su primer celo. Lo descubrí escondido en el agujero donde le ponía comida a su mami y, a pesar de que mi pareja es alérgica, no pude dejarlo ahí pues corría mucho peligro.
Willy solo quiere caricias, no extraña a nadie, quiere estar acompañado y que le den mimos; y es un glotón. Se lleva bien con perros y gatos, ronronea todo el día, agradece los cuidados.
Se merece una familia que lo quiera, un hogar donde crecer seguro. Él es tan cariñoso que va a devolver con creces todo lo que reciba.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .