A Bel la encontraron junto a su hijo Ansca vagando por la carretera. Los dos llegaron en muy mal estado, pero es increíble el cambio que han hecho, tanto físico como emocional. Bel es una perra encantadora, muy muy cariñosa y buena; le encantan los mimos y las chuches, y salir al patio con su nene Ansca. Los dos son perros amorosos y dulces, y merecen encontrar un hogar donde ser felices. Están muy unidos, es por eso que no queremos darlos en adopción por separado.
Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales
Barcelona