Llegó al albergue confusa y miedosa, pero solo le han bastado unas semanas para mostrarse como realmente es, y ahora disfrutamos de una peludita juguetona y cariñosa que busca caricias de la gente.
De entrada no te mostrará su lado vivaracha debido a que guarda cierta sensibilidad, pero dale un poquito de tiempo y te enamorará.
También se muestra algo sensible en los paseos por zonas concurridas por lo que el tráfico le puede agobiar y hará que se pegue a tus piernas buscando además contacto visual. Con ella la confianza que le ofrezca su guía es primordial para su desarrollo (cualquier animal así lo reclama pero ella nos lo hace ver abiertamente).
Con otros perretes la relación es muy buena. Seguro que no será dificil encontrarle a su familia ideal, como ella se merece. :)
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