Loles es una gatita muy especial, una luchadora nata, pues ella solita y sin ayuda de nadie sobrevivió a la panleucopenia mientras su hogar eran las calles. Sin embargo, a pesar de que ganó esa batalla, le ha dejado, en recuerdo, una ataxia que le hace andar (y correr) de una forma muy graciosa y singular. Es una mini azul ruso tímida y un poco asustadiza, pero es algo normal cuando desde su nacimiento ha tenido que luchar contra viento y marea en soledad. Los voluntarios le hablan con cariño, le dan su platito de paté que ella devora, y poco a poco empieza a confiar en las personas. Una de las actividades favoritas de la peque es salir a tomar el solete, donde se pasa largas horas durmiendo la siesta y soñando con esa familia que le dará un hogar sin importarle su aspecto, sin importarle que sea diferente. Loles se merece la oportunidad de vivir en una casa, donde ser feliz, donde ser querida y donde no sentirse discriminada.
