Caviar es otro de los numerosos bebés rescatados en lo que llevamos de año. Es una pequeña panterita que ha llegado asustada al albergue, a saber lo que ha debido de pasar durante dos meses sobreviviendo en las calles, pero le gusta que lo acaricien y recibir mimos, jugar con una pelotita, y comer generosos platos de paté, jeje. Estamos seguro de que con un poquito más de tiempo y arrumacos se convertirá en todo un gatete de sofá y manta, lo único que necesita es una familia humana que le ofrezca la oportunidad de ser el jovenzuelo alegrete y adorable que siempre debió ser. ¿Te animas a ser tú?
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