Dama, estaba en una casa, pero desatendida. Está muy delgada y triste. La pobre no lo ha tenido fácil en manos de gente que no ha sabido tratarla, ni comprender qué le pasaba; alegando que por su carácter la querían llevar a dormir. Por eso la tengo en acogida. No puedo comprender estas cosas cuando un animal es joven y, está sano. No da ninguno trabajo. Se pasa el día en la terraza, ni se la oye. Poco a poco se adapta a mis perros y gatos. Ha descubierto que le gustan las caricias. Hace sus cosas en el arenero. Tiene la cola larga. Necesita a alguien que la quiera, que la mire, que comparta su tiempo con ella y, la cuide como ella se merece.
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