Wilson debe su nombre al balón de Tom Hanks en El naufrago. La diferencia es que él no volverá a naufragar nunca más. Os contamos su historia.
Un buen día, cuando una voluntaria hacía ejercicio en una zona rural de Aspe, le pareció ver algo en el agua de un embalse. Era un pequeño gato, y el pobre flotaba a malas penas. Al principio dudó sobre si estaba ahogado, pero de repente movió la cabecita como si supiera que aquel pequeño gesto podía salvarle. Enseguida se pusieron manos a la obra para poder ayudarlo, con palos, camisetas atadas, y tras muchos intentos lo lograron, consiguieron sacarlo del agua. El pobre estaba es shock, no levantaba la cabecita, estaba totalmente exhausto. Quizás llevaba demasiadas horas luchando por por sobrevivir. Tras unas horas se espabiló un poquito, y comprobamos que no había sufrido ningún daño grave. Ahora se encuentra en un lugar provisional, pues no podíamos dejarlo en ese estado en la calle, pero necesita una acogida temporal más estable o adopción responsable.
Wilson es un amor de gato. En cuanto llegas viene corriendo a recibirte y a ronronear en tu regazo. No sabemos de donde ha salido este gatito tan bueno, pero solo irá a un sitio: ¡un buen hogar!
¿Quieres dar una oportunidad a Wilson? rellena la solicitud de contacto que aparece debajo de su ficha o escribe a adoptamics@adoptamics.org
