Guss apareción un día de repente en la parte de atrás de un supermercado, en zona playera. Una trabajadora se percató de su presencia y su sociabilidad, y le ha estado alimentando a escondidas, entre los pallets donde Guss buscó refugio y protección. Guss está ahora en una pequeña galería cerrada de una casa de acogida. No es lo ideal, pero por lo menos está a salvo y parece que Guss agradece muchísimo estar en un sitio sin sobresaltos ni miedos. Está demostrando ser un gato muy bueno, de carácter tranquilo y cariñoso. Agradece muchísimo el contacto con los humanos. Le encanta dar y recibir caricias y mimos, y se le ve cada día más hermoso.
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