No sabemos nada del pasado de Jacob, ya que lo recogimos por las calles de un pueblo costero cercano y nadie lo a reclamado. Por su aspecto físico a llegar a nuestro refugio, podemos imaginar la mala vida que ha tenido. Jacob estaba sucio, delgado y con una cojera que va mejorando. Jacob, como la mayoría de los perros de caza, es un perro dulce, noble, fiel y sociable. Seguramente no entiende que le esta pasando. El no merece esto. Buscamos una familia responsable y cariñosa que le dará una vida digna y feliz. Si quieres mas información acerca de Jacob, consulta con nosotros.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .