Un perro sano y feliz. Juguetón y bueno. Es lo que más destaca de este pequeño, abandonado en el Poligono y muerto de hambre. Con solo 4 meses se le veían las costillas y tras su recogida y paso por la clínica veterinaria, no para de comer.
Robin está en adopción para dar a una familia responsable y consciente sobre la tenencia de un animal en familia.
A ver si eres tú y aún no lo sabias?? ;)
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