CHIPI fue abandonada y lanzada al patio de una familia que fue casa de acogida nuestra con el caso de Chambi.
Al llamarla se acercó de inmediato mostrándose muy cariñosa y sociable. Estaba repleta de pulgas y la desparasitaron por dentro y por fuera.
Según la veterinaria se encuentra bien de salud.
Es una gatita muy cariñosa, dócil, obediente y a medida que se recupera y se encuentra con fuerzas se muestra más juguetona.
Le gusta mucho jugar con todos los juguetes de gato y con los niños, se deja tocar sin reparo alguno.
Usa el arenero desde el primer momento correctamente.
Su relación con humanos es muy buena, se lleva muy bien incluso con niños pequeños.
Su cola es corta y en espiral.
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