Gabbana ha tenido uno de esos finales que esperamos que nunca ocurran. En 2014 llegó a nuestro albergue, con un enorme prolapso vaginal del que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente pues peligraba su vida. Salió adelante y encontró lo que pensabamos que sería su hogar definitivo, sin embargo, por circunstancias ajenas a ella, cinco años después ha tenido que volver al albergue. Estas situaciones son especialmente dolorosas para ellos, pues viven un segundo abandono sin entender por qué. Pese a esto, Gabbana es una perrita muy dócil y sociable con perros, le encanta que le acaricien y le presten atención. Pasea genial con la correa y se muere de ganas por encontrar una familia que la quiera para darles todo el amor que lleva dentro.
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