Elo y su hermana Ela, fueron rescatados de un jardín donde temblaban de frió. Hambrientos, llevaban varios días solitos cuando nos avisaron. No encontramos a la mamá.
Los llevamos al veterinario y se les puso en tratamiento por indicios de desnutrición. Ahora ya están gordotes y con ganas de jugar.
Elo está preparado para encontrar un hogar donde le quieran para siempre, pero ese hogar ha de ser algo especial ya que por la desnutrición sufrida tan pequeñito, los ojitos de Elo sufrieron mucho y con el paso del tiempo irán perdiendo visión. Para retrasar este proceso, necesitará una pomadita todos los días.
Eso no será un impedimento para su vida ni para moverse por la casa, ya que los gatos son muy intuitivos y memorizan enseguida los espacios, recovecos y obstáculos de su entorno.
No dejes que eso sea un impedimento para unirle a tu familia y piensa en la suerte inmensa que dan los gatos especiales.
Elo es juguetón y mimoso. Se convertirá en una panterita inofensiva a la que te comerás a besos.
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