Ricki vivía desde hacía tiempo en un aparcamiento y comía lo que encontraba o lo que algunas personas le ponían. La voluntaria que lo recogió lo llevó al veterinario porque tenía las patas en muy mal estado. El veterinario le dijo que seguramente lo habían atropellado hacía tiempo. Ricki se está recuperando poco a poco, pero necesita una familia que sepa cuidarlo y hacerle olvidar todo el sufrimiento que ha vivido ¿quieres ser tu?
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