Gila y Golfi han vivido toda su vida como podéis ver en las imágenes. Es por ello que, en una actuación coordinada entre la Patrulla del Seprona de Monóvar y Adoptamics, el propietario de los perros accedió a cederlos para que se les procurara una vida mejor.
Gila, la pastora alemana, es ya una abuelita de casi 10 años. Tiene una mirada muy apagada y triste, y es que podemos intuir la vida que ha llevado y el poco cariño que habrá recibido. Además, las condiciones higiénicas en las que vivía tampoco son las mejores.
Gila es muy buena perrita. En el albergue tiene mucha ansiedad, no le gusta nada estar en una jaula, y llora insistentemente para que le abras y pases un ratito a su lado. No le gusta sentirse encerrada, y detesta la soledad. Es muy dócil con las personas, y nos deja asombrados con su gran inteligencia. No es una perra especialmente juguetona, aunque el agua le gusta bastante. Sabe pasear con correa, y aunque no requiere de grandes paseos ni actividad física, se adapta durante los paseos y sigue el ritmo. Es incompatible con gatos.
No hay nada más triste que llegar a la vejez sin la calidez de un hogar y sin el cariño de una familia. Esta princesa es todo dulzura, y merece pasar su jubilación entre algodones, ¡ya vale de tanto sufrir!
Por favor, si tienes posibilidad de ofrecer tu cariño y cuidados a esta abuelita que aún no ha conocido el significado de la palabra AMOR, no lo dudes más y ponte en contacto con nosotros, estaremos encantados de informarte sin ningún tipo de compromiso.
Si estás interesado en adoptar a Gila, escribe a adoptamics@adoptamics.org (no olvides indicar tu número de teléfono) o bien rellena el cuestionario que aparece debajo de esta ficha.
