Nuestro querido Aquiles acabó en una de esas perreras con fecha de sacrificio, donde todas las semanas los animales van desapareciendo. Por suerte, decidieron rescatarlo de ese destino cruel y terminó en nuestro albergue, donde solo tenemos que luchar por conseguirle la mejor familia del mundo.
Pese a ser categorizado como PPP, lo que no tiene de peligroso lo tiene de increíblemente precioso.
Es un amor de perro, tranquilo, cariñoso y juguetón a más no poder. Cuando sale a corretear por el patio, se queda esperando sentadito en la puerta a que alguien salga a jugar con él y, con paciencia y poquito a poco, va controlando su fuerza y su entusiasmo a la hora de jugar y se porta muy bien. Es un perro muy seguro de sí mismo, inteligente y obediente. Muestra cierta dominancia frente a algunos machos aunque tampoco hace mal gesto de primeras, con hembras es compatible pero con gatos no. Pasea genial con la correa y le encanta salir a explorar y descubrir el mundo fuera de las cuatro paredes de su jaula.
Necesita a alguien que le estimule mentalmente y le ponga retos que superar día a día, y así gastar la energía que el pobre no puede quemar en el albergue.