Lara fue abandonada dentro de su transportín en los alrededores del albergue, allí estuvo esperando asustada y helada de frío hasta que los primeros voluntarios en llegar la encontraron. Una vez más ¿cuántas horas tuvo que estar ahí encerrada sola y con miedo? ¿Y si empieza a llover? ¿Y si nadie la ve? Estuvo un poco aterrada al principio, pero al darse cuenta de que nadie le iba a hacer daño y de que estaban cuidando de ella se relajó y se mostró como la gatita casera, tranquila y buena que es… es todo un bombón. Lara necesita encontrar una buena familia que siempre esté a su lado, la quiera y la mime como a un miembro más y para que vuelva a ser la gatita feliz que siempre debió ser.
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