Fruto de una camada no deseada, ella y su hermano Ying fueron "regalados" a una persona coherente que nos pidió ayuda para encontrar el mejor hogar para ellos.
Llegaron desde Andalucía a Madrid llenos de parásitos con tan solo dos semanas de vida. Separados tan temprano de su mamá, desnutridos y deshidratados, ha sido difícil que sobrevivieran. Pero, gracias a sus mamis de acogida que los han cuidado con mucha dedicación y cariño, los dos cachorretes están perfectamente sanos y vitales.
Corretean y juegan buscando mimos. Son muy cariñosos y divertidos.
Muy bien con otros perros. Ya comen pienso humectado.
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