Tina ha vivido toda su vida atada a una cadena de un metro, sin techo donde cobijarse , con una alimentación deficiente y pariendo camadas cada dos por tres. Vivía en una familia sin recursos que acumulaba animales, todos en pésimas condiciones.
Desde que está con nosotros ha renacido y está feliz y pletórica. Corre, salta, y busca las caricias de los cuidadores. Ha engordado unos kilos y el pelo ya le brilla. A ella nuestro refugio ya le debe parecer un hotel de 5 estrellas, pero se merece encontrar una hogar de verdad para compensar la desidia que el ser humano ha tenido con ella
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .