Charrisa ha sido utilizada para la caza toda su vida. Entró al refugio con la mirada triste y algo desubicada, pero con el paso de los días ya ha ido cambiando y ahora se muestra más feliz y confiada.
Es cariñosa con las personas y se porta muy bien. Le encanta salir a pasear con los cuidadores y busca las caricias.
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica aquí para más información .